Raventós i Blanc
11 d’Isabel Negra (2007)
Raventós i Blanc es una bodega comúnmente conocida por su elaboración de cavas. Pero, desde hace algunos años, destacan también sus vinos.
De visita por la finca de la mano de Joan Munné, integrante del equipo de enólogos de la casa, pude recorrer la finca, las viñas y la bodega.
Dentro de la finca tienen pequeñas parcelas que trabajan de manera independiente, cada una con su peculiaridad: ya sea la poca luz que reciben, los suelos de piedra que reflejan el calor, el crecer en la ladera de una pequeña elevación ( y la falta de luz), la cercanía aun pequeño laga que aún conservan... es interesante poder observar como parte se diferencia de la otra.
Si bien la bodega está preparada para la elaboración de grandes cantidades, en estos momentos se están preparando para el trabajo en pequeña escala y acondicional la guarda de vinos.
De la mano de Joan conocí la historia de la casa, y también hablamos del Isabel Negra, y de 11, d'Isabel Negra.
En un comienzo fue el “Isabel Negra”, en un declarado homenaje de Manuel Raventós a su madre, fruto de los años de experiencia de la bodega en Chateau d’Aiguille (Burdeos). Y el siguiente paso, fue “11 d’Isabel Negra”.Once son los hijos de Isabel Negra y Josep María Raventós, y este es el proyecto de Pepe Raventós por recuperar dos parcelas de Monastrell de la finca.
Un vino que comenzó siendo una selección de las mejores barricas de Isabel Negra, y que hoy ya creció y tiene su propia alma: se elabora con 100% uvas de la propia finca, incluyendo las dos parcelas recuperadas de Monastrell.
Con una crianza de 14 meses en roble francés de grano muy fino, elaborado con un 75% de Monastrell y un 25% de Cabernet Sauvignon, tiene una producción limitada de sólo 10 barricas, que dan 3.102 botellas.
De color ciruela, tiene recuerdos vegetales (no verdes) en nariz, frutas maduras y toques minerales (arcilla). Este 2007 es el primer año que desde la bodega lo trabajan con mayor porcentaje de Monastrell que de Cabernet, y se puede apreciar la elegancia y lo vivacidad que le aporta en nariz el vino. Como curiosidad, en nariz se presenta de fondo un destello muy interesante y divertido: un aroma de galletas caseras horneadas “de la abuela”, con recuerdo a infancia.
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Una de las parcelas recuperadas de Monastrell en Raventós i Blanc. Aquí, de visita junto a Joan Munné, parte del equipo de enólogos de la bodega |
En boca es amplio pero no invasivo. Tiene una presencia plena, envolvente, pero no agresiva, con muy buen equilibrio de acidez y aspereza. Presencia de frutas maceradas (ciruelas, albaricoques), la astringencia del Cabernet y de nuevo presente el recuerdo de “galletas de la abuela”.
Cierra un paso de boca muy vívido, suave y redondo.
Toda una declaración de intenciones de Pepe Raventós por una apuesta de vinos de calidad y alta gama, trabajando los propios viñedos y explotando al máximo las posibilidades de la finca.
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