Es justo reconocer las buenas iniciativas cuando están avaladas por un trabajo bien hecho.
La bodega Ferré i Catasús presenta en el mercado “Somiatruites”, un vino blanco joven y fresco destinado principalmente al mercado juvenil.
De visita por la bodega tuve la oportunidad de hablar con parte del equipo que lo creó, y de poder conocerlo más de cerca. Según sus creadores, el objetivo de este nuevo proyecto es iniciar y acercar el público más joven al complejo mundo del vino.
Según me explicaron, hay un paso muy difícil de realizar por los adolescentes y los consumidores jóvenes, que es la adaptación del paladar (y del gusto) a nuevos sabores.
El gran condicionante de la bollería industrial, los condimentos y salsas como el ketchup, las bebidas (zumos, refrescos), postres, chocolates, chocolatadas, helados.... están acostumbrados a los gustos dulces.
Una idea tan lógica en su planteamiento como complicado el conseguirlo.
Para ello, han trabajado un concepto global, entendiendo que se trata de vivir una experiencia en todas las facetas.
Desde su presentación al elegir un nombre (la traducción de somiatruites sería soñador/a), una original etiqueta de diseño moderno y con brillos, hasta el punto más innovador: la implementación de un código QR (Quick Response Barcode).
Este QR en concreto es una aplicación para Iphone e Ipaid, que por medio de un conversor permite acceder a un video de presentación en el cual Jordi Raventós (Nariz de Oro 2008) y Ricard Tenorio (sommelier de la bodega) realizan la nota de cata del vino, siendo pioneros en la aplicación de estas tecnologías en las etiquetas.
Todo esto, para presentar finalmente un coupage de 4 varietales (Sauvignon blanc, Muscat, Xarel·lo y Chenín), vinificados por separado y con temperatura controlada.
De un color amarillo pálido (con meñisco verdoso), el Somiatruites es seductor en nariz, con notas muy frescas, frutales y florales. La mezcla de frutas, el toque cítrico y las flores lo hacen "dulce" en nariz.... y esto se entiende si volvemos al principio.
En boca es fresco y sedoso, con un paso de boca de muy agradable y una buena persistencia.
Si bien el proyecto está pensado en principio para la gente joven, la versatilidad de esta nueva propuesta, su frescura y sus notas frutales serán bien recibidas por personas de todas las edades que quieran disfrutar un vino sin complejos y muy gastronómico.
Con un corte muy moderno (una nariz muy fresca y afrutada, y un paso de boca fácil, sin buscar demasiado las notas complejas y elaboradas, o los sabores más sofisticados), permite acompañar una gran variedad de platos como arroces, pescados, carnes blancas, y pastas.
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