domingo

White, de Heretat Mont Rubí

Josep Queralt y Mont Rubí no dejan de sorprender. Si ya rescató a el sumoll, y hasta presentó un vino dulce de esta variedad, si ya presentó el xarel·lo dulce, siempre encuentra una vuelta más de tuerca.

En esta ocasión se trata del primer blanco producido en la finca.
Un monovarietal 100% de 11,5º, elaborado con xarel·los de viñas viejas plantadas en suelos poco productivos, procedentes de la parte alta del Penedès. Y solo se hicieron 4500 botellas.

Sorprende también la presentación y la arriesgada apuesta con una etiqueta de diseño, minimalista y cool. Todo un acierto en un punto al que a las bodegas les que cuesta arriesgarse, y más acertar en armonía, estilo y buen gusto.
Una etiqueta que viste de modernidad al vino, y que nos deja una botella que permite preentarla en cualquier cena o reunión y quedar muy bien. En una época en que la imagen sí importa, donde muchas veces se compra por los ojos, cuando las personas se identifican con estilos o tendencias, poder ver un vino así vestido, reconforta.

La introducción deja lugar a un vino joven, que confirma su presentación: sorprende tanto en nariz como en boca. Muy varietal, fresco, frutal, suave, y con un paso de boca extremadamente agradable.
Josep Queralt es uno de esas personas a seguir en su trabajo, ya que dará muchos y muy buenos vinos al panorama vinícola actual. Una persona comprometida con su trabajo, con su tierra, sus vinos y también, muy importante, consciente de la época en que está viviendo. Y que se guarda un as en la manga que saldrá, según él mismo, aproximadamente ene dos años al mercado: un cariñena dulce que ya promete mucho.


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