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El juego de las Garnachas (10 Sentits)

Un juego en dos botellas: un blanc de noirs y un noirs de blancs con el título "El juego de las Garnachas".
Una propuesta de 10 Sentits, un grupo de 10 amigos y enólogos que juntaron sus 10 sentidos para elaborar vino.
Experimentar, divertirse, disfrutar:
10 Sentits propone un juego muy interesante
(foto: Sheyla Butsems)
El resumen de 10 Sentits sería: "somos enólogos, y hacemos vino".
La historia comienza en 2009 cuando por azar se reunieron un grupo de amigos y enólogos con inquietudes en común, y comenzaron a hablar de la situación vinícola en Catalunya: un país pionero en la elaboración de vinos, con un patrimonio vinícola importante, una larga y arraigada tradición de elaboración y unas zonas de prestigio reconocidas a nivel mundial... pero con un futuro incierto, en un mundo globalizado en el cual muchas empresas valoren el aspecto comercial por sobre los demás, cerrando las puertas a otros valores más cercanos y tradicionales, ignorando la riqueza del terruño y la labor desarrollada durante años por muchos profesionales que lograron un posicionamiento internacional para el vino catalán.
Más allá de ego y el afán de reconocimiento propio (tan cansinamente habitual en el sector), 10 Sentits es una identidad colectiva, que defiende el anonimato individual: son enólogos, hacen vino... que hablen los vinos.
Aquí no hay nombres propios que quieran destacar, sino el orgullo de un grupo que busca reivindicar los valores del patrimonio vinícola catalán y sobre todo, el rol del enólogo como creador intelectual de los vinos que aquí se elaboran.

Las Garnachas
La garnacha tinta es una variedad extendida por varias denominaciones de origen catalanas, desde la Terra Alta y el Priorat hasta el Empordà, pasando por el Montsant, Conca de Barberà, Pla de Bages y el Penedès. Es una variedad que produce vinos de colores muy vivos e intensos, con aromas dulces de frutos rojos, fruta madura (y en confitura) y fondos florales. La garnacha blanca es una mutación genética de la negra,  y enológicamente tiene muchas similitudes con su hermana, produciendo vinos con aromas afrutados y florales, siendo una característica importante su sensibilidad a la oxidación. En Cataluña se encuentra (en cantidades significativas) en la zona de la Terra Alta, pero también en la zona de Tarragona, el Priorat  y Empordà.

 

Garnachas Blancas
y Garnachas Tintas
(foto: 10 Sentits)

El desafío de 10 Sentits en 2010 fue elaborar dos vinos de garnacha: uno blanco y otro negro. Pero no de la manera tradicional (la  más lógica), sino invirtiendo los términos: un "blanc de noirs", y un "noir de blancs". O en otros términos, un vino blanco con la garnacha negra del Empordà, y un vino tinto con la garnacha blanca de la Terra Alta.



Una noche de Verano...

"Un cordero rubio con patas negras, y un cordero
negro con patas rubias" (foto: Sheyla Butsems)
Los vinos presentan el juego que plantearon sus creadores, y el desafío de descubrir y dejarse sorprender por las garnachas.
Para mí, lo fundamental de estos vinos es que son divertidos. La situación que nos planteamos después de catarlos fue que son una "Fiesta de una noche de Verano".
Un momento de risas y diversión que despierta un juego de seducción, de buscar y esconderse, de sorprender y querer quedarse hablando y conocer más a fondo a quien está con nosotros.
Y después... la explosión de la pasión físca (intensa, fugaz, sorprendente), un encuentro que deja con ganas de más y ver cómo continuará la historia. Y un final con un bonito recuerdo, que no sabemos cuándo ni dónde se repetirá...
El noir de blancs (tinto) es divertido desde el principio y tiene alegría intrínseca. Es un vino para compartir y pasarlo bien, que provoca sonrisas (y risas). LLamó la atención, y mucho, que desde el primer momento provoca.
Al servirlo tiene un brillante color grosella, con destellos púrpuras.
En nariz, la fruta roja dulce (un caramelo de frambuesas), seduce y entretiene. En boca continúan las frutas rojas, y es muy fácil de beber.
El blanco tiene un color dorado con reflejos dorados, limpio y brillante. Al servirlo, una explosión aromática en nariz: es muy vivo y fresco. Este primer paso incita a buscarlo, y en copa sigue evolucionando: frutas blancas, flores, aromas de tierra y minerales. Es un vino complejo pero divertido, que va cambiando en la copa y que invita a conocerlo. Evolucionará muy bien con el tiempo.  
Dos vinos para descubrir, dejarse seducir, compartir, divertirse y sobre todo, disfrutarlos.

Para conocer más de 10 Sentits, o seguir sus actividades:



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