lunes

La restauración del órgano del Vinyet

En búsqueda de la musicalidad perdida

Pocos pueblos pueden contar con dos órganos de tubos entre sus bienes culturales, y con músicos que tengan la capacidad de interpretarlos. Con más de 150 años ofreciendo su música a quien quisiera escucharlo, el órgano del Santuario del Vinyet se encuentra ya en la fase final de su proceso de restauración.


Joan Acosta y Bartomeu Muñoz son los actuales administradores del Santuario de la Virgen del Vinyet, y las cabezas visibles de este proceso de restauración.
“Al órgano del Vinyet se decide arreglarlo porque había llegado a una situación de desajuste grave, en el sentido de que no solo les costaba mucho interpretar las piezas a los organistas, sino que ya no sonaba correctamente”, explican los administradores. “Había muchas incidencias: fugas de aire, deterioro de material y ajustes que se hicieron para que pudiera funcionar, pero que no fueron suficientes”

Con un presupuesto inicial del orden de 60 mil euros, “de los cuales entre el Ayuntamiento, las disponibilidades de la Administración y los donativos que ya se han hecho, nos deben faltar entre 10 y 15 mil euros”, el órgano se comenzó a restaurar en el pasado noviembre. Está planificado realizar las tareas de restauración hasta mediados de marzo, y que comience a funcionar de nuevo oficialmente el lunes de Pascua, “aunque esto no quiere decir que el órgano esté listo antes y pueda celebrarse antes alguna boda”, aclaran llenos de ilusión los administradores.

El proceso de restauración se lleva a cabo entre los meses de noviembre y marzo, porque según explican, es la época en que menos bodas se celebran ( la “temporada baja de bodas”) y realizar el proceso durante este período trae menos inconvenientes.


Historia
El órgano del Santuario de la Virgen del Vinyet fue construido originalmente durante la segunda mitad del S XIX, tal como se puede ver en el frontis manual colocado en la tapa: "1857 Cayetano Vilardebó". Este reconocido maestro organero barcelonés de la época es autor también de construcciones como el órgano de la Catedral de Solsona o el órgano monumental de la basílica de Castelló de Empúries (iniciado por Jean Pierre Cavaillé).
El instrumento tiene un solo teclado manual de 54 notas con doce juegos y un efecto, y  un pedal que cuenta con 13 notas con pistones. Esta octava grave, independiente, refuerza el sonido grave y es de reciente colocación (durante la reforma efectuada por el organero Francisco Benaque hace unos 12 años).


Al acabar la guerra se hizo todo lo posible para poner el órgano en funcionamiento, a pesar de las carencias de aquellos tiempos, y todo parece indicar que se aprovecharon tubos de otros órganos.

Hace unos 12 años, durante la reforma efectuada por el organero Francisco Benaque, se repusieron los materiales que estaban más deteriorados.
Esta serie de intervenciones no coordinadas y destinadas a mantener el órgano en funcionamiento, no impidieron que el final hubiera que realizarse una intervención en profundidad. Esta vez, más que reparar fuera necesario restaurar, ya que a las dificultades de los organistas para interpretar añadían los desajustes musicales debidos al deterioro de los materiales.

Se encomendó la restauración en el prestigioso organero Gerhard Grenzing, que está haciendo la restauración con materiales y metodología empleados en el original con el fin de devolver a la musicalidad inicial.
Durante la reforma realizada por el organero Francisco Benaque se repusieron los materiales que estaban más deteriorados, en una serie de intervenciones (no coordinadas) destinadas simplemente a mantener el órgano en funcionamiento. Estas reparaciones no pudieron evitar que finalmente hubiera que realizar una intervención en profundidad y que fuera necesario restaurar el órgano, ya que a las dificultades de los organistas para interpretar se añadían los desajustes musicales por el deterioro de los materiales.
La restauración se puso en manos del prestigioso organero Gerhard Grenzing, quien está realizando la obra con materiales y metodología empleados en el original con el fin de devolverle el brillo y la musicalidad inicial.



Curiosidades.
“Siempre que se abre un órgano hay curiosidades”, explican los administradores del Santuario del Vinyet.
“En los órganos se utiliza una piel de cabrito muy fina como aislante, que estaba deteriorada. Pero siempre, sobre la piel, se protegía con papel. Podemos contar la anécdota que en la época de 1850 ya se reciclaba material, porque todo el papel que utilizaron era de libros o de cartas. Incluso, se ve en alguna fotografía que hay material, escrito en francés, que habla de Reus y de Tarragona. Además se descubrió que utilizaron un tratado de cómo gestionar una parroquia, y esta sí que es una curiosidad.”
Durante la Guerra Civil fue cuando más daños sufrió el órgano, especialmente porque se retiraron casi todos los tubos de metal para fundirlos. Como explica Joan Acosta, “lo peor que le pasó fue durante la Guerra Civil, porque se confiscaron todos los metales, y entre ellos los tubos del Vinyet, con lo cual quedó completamente desarmado. Confiscaban el metal para fabricar municiones.”

viernes

Monembasia, Brut natural 2009

Celler Fundació Hospital Sant Joan Baptista de Sitges

La Malvasía es un varietal nacido en el Meditérraneo Oriental, que debe su nombre a una deformación latina del puerto griego de Monemvasia, en el sur del Peloponeso.
Cuenta la leyenda que los primeros sarmientos de Malvasía llegaron a Sitges a principios del siglo XIV de la mano de un bravo almogávar, acompañante de Roger de Flor. Y desde ese momento se adaptó perfectamente al suelo sitgetano, pasando de épocas de gloria a un tiempo en el que sólo subsistieron plantadas poco más de dos hectáreas, a cuidado del Hospital Sant Joan Baptista de Sitges.
Proclamada por Slow Food como uno de sus baluartes (fue el primer varietal en serlo), hoy la Malvasía de Sitges poco a poco se va extendiendo en el Penedés, y ya son varias las bodegas que trabajan con ella.
Y es el celler de la Fundación del Hospital quien, de la mano de Josep Pascual, presenta este espumoso de Malvasía largamente esperado.

“Monembasia” es un monovarietal espumoso elaborado según el método tradicional (Champenoise).
Se presenta a la vista de un elegante color dorado con matices tostados, y una burbuja fina y persistente.
En nariz, aparecen los aromas cítricos, de pera y albaricoques, para luego poder descubrir su procedencia, con notas de hierbas del Massís del Garraf (romero, tomillo).
Un bajo contenido carbónico sumado a una ligera acidez lo vuelven fresco y agradable en boca. Persistente, con un final de boca con recuerdos varietales.

Siendo de cuna sitgetana, no podía ser de otra manera: acompaña muy bien todo tipo de comida marinera, pescados, arroces y “fideuás”. También puede acompañar pastas o carnes blancas.

miércoles

Gra a Gra Pinot Noir 2009, de Gramona

En 1988 Jaume Gramona planta la primera viña experimental de Pinot Noir del Penedés. Nueve años más tarde nacía “Bru de Gramona”, único vino tinto de la bodega. Y en 2009 (debido al calor de ese año) al equipo técnico se le ocurrió la idea de dejar sobremadurar la uva en el viñedo, hasta alcanzar la pasificación y poder elaborar un vino dulce. Así comenzó la historia que hoy es “Gra a Gra Pinot Noir”, un vino dulce natural seleccionado uva por uva (“gra a gra”) en mesa de selección y con 7 meses de crianza en botas de roble francés.

Tengo que confesar que en un principio, la idea del primer Gra a Gra que presentó Gramona no me seducía mucho. Y "nobleza obliga", este Pinot Noir dulce ha dado mucho que hablar en la mesa.

Presentado en sociedad en una botella elegante y estilizada, de líneas y curvas sutiles, nos anticipa su contenido. El detalle de la presentación es muy importante, porque desde el comienzo empieza jugando a seducir y dejarse mirar.

El tono sutil de la pinot noir aparece en forma de frutas rojas y flores. En boca es suave, liviano y envolvente. Un contrapunto final de acidez redondea el dulzor inicial, y evita que se vuelva empalagoso. Como punto a favor hay que agregar que tiene un cuerpo más bien ligero por ser un vino dulce, y eso también sorprende en un primer encuentro.

Si como vino dulce está indicado para postres (pasteles, cremas, chocolates), es mejor idea servirlo al principio de una comida con quesos o foies. Como opción, la posibilidad de servirlo a media tarde a la hora del té, ya sea con hojaldres salados o bien hojaldres con nata o chocolate.

Bombolas de pimienta rosa, de Enric Rovira

Enric Rovira es hijo de pasteleros artesanos de Barcelona, aprendió el oficio de repostero y trabajó en algunas de las mejores pastelerías de París y Milán. Pero prevaleció su pasión por el mundo del chocolate.
Para Rovira, la creatividad es una premisa en su trabajo y por ello trabaja habitualmente junto a ceramistas, diseñadores y otros artistas, como por ejemplo
Subirachs o Mariscal entre otros.

Las bombolas son combinaciones del producto en su estado más puro: ingredientes cubiertos de chocolate. Un nombre propio para una elaboración tradicional.


En este caso, se trata de “Bombolas de pimienta rosa”. Es una propuesta atrevida y graciosa a la vez: la sensación del chocolate negro y del cacao en polvo conjugado con el sabor de la pimienta rosa (que no es picante, sino sabor  a pimienta), explota en la boca, sorprende y deja atento a los sentidos.  

Su pequeño tamaño y lo divertido de la idea las hace ideales para presentarlas como aperitivos y por supuesto, en sobremesas.